¿Cómo crear un ambiente de estimulación sensorial?

El entorno en el que un niño se desarrolla influye de manera decisiva en su desarrollo cerebral. Por lo tanto un entorno bien nutrido de estímulos y con estímulos de calidad ayudará al desarrollo social, emotivo, cognitivo y físico de los niños y niñas.

Si un bebé recibe estímulos pobres y en pocas ocasiones el cerebro no desarrolla adecuadamente sus capacidades con la calidad y el ritmo adecuado. El cerebro requiere información y busca siempre la novedad, por lo que es importante ofrecer estímulos novedosos y que propicien el aprendizaje.

“Nuestros hijos prestan atención plena a través de los cinco sentidos y cuanto más rica en matices sea esa capacidad de percibir la realidad, más ricos en matices serán los pensamientos”. Catherine L´Ecuyer

Estimular los sentidos de tu hijo no sólo es divertido, sino una apuesta por su desarrollo cognitivo y emocional.

Los sentidos son la puerta de acceso a las funciones cognitivas básicas y superiores.

Capacidades como la lógica, la concentración, la coordinación, la capacidad de sentir y de aprendizaje en su totalidad se verán beneficiadas

QUÉ ASPECTOS HAY QUE TENER EN CUENTA PARA CREAR UN ESPACIO SENSORIAL.

Antes de crear el espacio sensorial buscaremos un espacio que, siempre en la medida de lo posible cumpla con las siguientes características:

Luminosidad, ambiente calmado, que produzca bienestar, que sea cómodo.
Debe provocar un bienestar emocional “que se respira calma”.
Accesible para el niño, que todo esté a su altura para poder manipular, ver o experimentar cada estímulo.
Atractivo: ha de atraer su atención, que no se resista a pasar y tocar algo.
Lugar de juego, relajación y experimentación.
Seguridad: que sea un lugar seguro para el niño donde no se presente ningún peligro para estar él solo.

QUÉ NECESITAMOS PARA CREAR UN ESPACIO SENSORIAL:

Para crear ambientes:

Luz: Natural a ser posible, cerca de una ventana con persiana o cortina para tener momentos de luz y de oscuridad.

Diferentes luces: luz blanca, luces de colores, luz negra.

Lugar donde hacer proyección: Suelo, pared, papel continuo…

Mesa donde poder manipular los materiales que lo requieran
Cojines, pufs, colchoneta… todo aquello que se pueda para que el niño se sienta cómodo, sentado, tumbado…

Espejos. Además de darnos mucho juego con las luces, le permite verse y ver los materiales reflejados.

Sonidos: Lugar alejado de ruidos externos, podemos añadir música suave y relajante, sonidos de la naturaleza

Olores: Si es posible utilizar aromas suaves. Alejarlo de olores de comidas, ambientadores fuertes…

Texturas: Crear una variedad de texturas, suaves, relajantes para la decoración, cojines, telas que den bienestar.

Cajas para colocar el material después de usarlo. Entorno ordenado.
Materiales. Iremos rotando los materiales según los intereses del niño, dejando los que más le atraen.

Cuidado con la sobreestimulación de colores: Intentaremos poner una base con tonos blancos y neutros para luego ir añadiendo color cuando lo precisemos.
No sobrecargar el rincón con muchos muebles y adornos

¿QUÉ MATERIALES SENSORIALES PODEMOS UTILIZAR?

Visual: luces, transparencias, colores, luz negra, proyector sombras, objetos luminosos, brillantes, variedad de tonos de colores, fotografías…

Táctil: texturas, materiales naturales, materiales metálicos, de madera, blandos, duros, suaves, que se puedan apretar, viscosos, arenas, elásticos…

Auditivos: Objetos sonoros, musicales, audios, tonos de voz, botes sonoros, cajas musicales.

Olfativos: Aromas, saquitos olores, botes olfativos donde introducir sustancias cotidianas olorosas, rotuladores aromáticos…

Gusto: Distintos sabores, mordedores impregnados en sustancia con sabor, frutas, recetas infantiles.

CÓMO PLANTEAR LA ACTIVIDAD:

Tenemos dos opciones:

Dejar que explore, manipule e interactúe de forma libre en el ambiente que hemos creado, acompañándolo en su experiencia.

Dirigir la actividad sensorial explicando lo que hay que hacer con cada material y dejando que lo haga por sí mismo.

EJEMPLOS DE ACTIVIDADES:

Experiencias en mesa de luz: mezcla de colores, pintura en bandeja, pintura sobre acetato, composiciones con elementos naturales, transparencias y cambios de color en ilustraciones…

Otras actividades de estimulación visual:

Luz negra
Botellas sensoriales: con líquidos teñidos y diferentes elementos, agua y purpurina…
Proyecciones de sombras: teatros de sombras, siluetas de animales, proyección de formas de colores con papel de acetato…

Experiencias táctiles: Libros de texturas, suelo de gel, discos de textura, fibras, pelotas con diferentes texturas, telas, cajas sensoriales con arena, arroz, legumbres…

Experiencias auditivas: música relax, sonidos de animales, de naturaleza, sonidos cotidianos, parejas de sonidos (bloques sonoros)

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA DISFRUTAR EL ESPACIO SENSORIAL:

Acude en momentos tranquilos y exclusivos para tu hijo, sin interrupciones, sin prisa, con los dispositivos apagados para mantener una atención plena a la experiencia.

Conecta con tu hijo, observa cuales con sus gustos, los materiales que prefiere, los que evita…

Hazlo atractivo para que le apetezca estar en él, si no le apetece en un momento determinado respétalo y déjalo para otro momento.

Habla con un tono suave, amable, en un entorno de cariño y afecto para que perciba el espacio sensorial como un lugar seguro y de bienestar.

Disfrutad del momento juntos, de las experiencias nuevas, la creatividad, las sensaciones y las emociones que surgen en estos momentos.

Si quieres saber más puedes descargarte la Guía: «Los cinco pasos para crear tu espacio sensorial en casa» pinchando aquí:

https://orientaleon.com/guia

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